Way4 Social Cards: aprovechar la tecnología de pago digital para influir en los programas de bienestar

Con la actual crisis sanitaria, los gobiernos y las entidades financieras están luchando por distribuir ayuda financiera de emergencia a quienes la necesitan. ¿Qué deben tener en cuenta al poner en marcha este tipo de proyectos?
En marzo de 2020, el Banco Mundial publicó un artículo en su blog sobre «Cómo responder a la crisis con pagos digitales para obtener protección». Señalaba que los países que ya tenían un ecosistema de pago digital en vigor pudieron responder a la actual crisis sanitaria del coronavirus rápidamente, utilizando diversos actores para enviar de forma segura grandes sumas de dinero para bienestar social a los beneficiarios en un corto período de tiempo. Se citó el ejemplo de Perú, cuyo gobierno ha estado utilizando bancos privados, proveedores de dinero móvil y redes de agentes minoristas para llegar a las personas. Tailandia ha hecho lo mismo, y los beneficiarios en ambos países incluyeron a trabajadores no regularizados. En Estados Unidos, el gobierno ha autorizado a entidades financieras no bancarias (prestamistas de tecnología financiera) para participar en un programa de préstamos para pequeñas empresas. Se está poniendo en evidencia que las necesidades de hoy en día están vinculando proyectos de bienestar con actores del sector de la tecnología financiera y soluciones digitales.

Programas de bienestar digital: ¿son seguros e inclusivos?

Aunque los programas de bienestar digital han sido elogiados, también han planteado dudas sobre si la tecnología digital es una forma segura e inclusiva de distribuir los beneficios a los necesitados. Con respecto a ello, el Banco Mundial ha definido cuatro consideraciones necesarias a la hora de implementar programas sociales utilizando la tecnología digital.Inclusión: significa que los servicios deberían estar fácilmente disponibles para los pretendidos beneficiarios, incluso si se encuentran en zonas remotas y de difícil acceso.

  • Fiabilidad: requiere el cumplimiento de las normas y los mecanismos de supervisión.

  • Protección de datos: significa que las empresas privadas que tratan los datos deben ser fiables y estar sujetas a las leyes nacionales en materia de privacidad y protección de datos.

  • Sostenibilidad: evita la dependencia de determinados proveedores o tecnologías.

En vista de todo ello, las empresas que ofrecen soluciones digitales a los gobiernos deben garantizar al público que los miembros más vulnerables de la sociedad estén, en términos tecnológicos, a salvo de la explotación. Estos socios también deben tener la reputación de saber mantener la transparencia y el cumplimiento durante las transacciones financieras.Para OpenWay, estos valores y preocupaciones siempre han sido una prioridad gracias a su experiencia en el desarrollo de la emisión y adquiriencia de tarjetas, la financiación al consumidor, el «switching» nacional y los sistemas de billetera digital, a menudo para poblaciones desfavorecidas y sin acceso a servicios bancarios. La empresa ha recurrido a sus buenas prácticas para crear Way4 Social Cards, un producto especialmente diseñado para que los gobiernos y las entidades financieras implementen de manera flexible programas de bienestar social. ¿Qué ofrece esta solución de software y cómo puede ayudar a abordar los desafíos a los que se enfrentan los programas sociales en la actualidad?

Una solución flexible para la distribución selectiva y el consumo

Way4 Social Cards responde a las necesidades de la distribución selectiva y del consumo con una tecnología sofisticada y flexible. Al igual que con cualquier otra solución de Way4, el éxito de Way4 Social Cards gira en torno a su tratamiento de datos, que se realiza de forma segura y en tiempo real. Por ejemplo, ofrece cálculo automatizado de impuestos y descuentos que puede modificarse instantáneamente según sea necesario, y restricciones de autorización para categorías de bienes o para determinados comerciantes. Los comerciantes obtendrían reembolsos automáticos por bienes subsidiados y no se preocuparían por los posibles inconvenientes de participar en un plan de bienestar social.

En cuanto a los gobiernos, Way4 ayuda a los departamentos sociales a hacer seguimiento de la eficacia de los planes sociales al exportar datos en tiempo real a mesas de trabajo seguras y fáciles de usar, donde el acceso a los datos se puede modificar de acuerdo con una jerarquía predefinida. ¿Necesita el gobierno informar sobre el efecto de un programa en un grupo de beneficiarios, un período de tiempo o una determinada región geográfica? Los datos sobre estos y otros criterios están disponibles a través de ventanas de datos y API que crean informes detallados y fácilmente configurables.

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Utilice canales familiares, apueste por la sostenibilidad digital

Way4 Social Cards permite que los gobiernos y los bancos aprovechen al máximo la infraestructura y los canales existentes, reduzcan costes y optimicen su presupuesto. Maria Vinogradova, responsable de estrategia e inteligencia de mercado de OpenWay, explica: «Ofrecemos una solución digital que es segura, eficaz y cómoda utilizando una herramienta común que ya está en manos de compradores y vendedores: el teléfono inteligente». ¿Son las cuentas virtuales y las aplicaciones móviles una forma eficaz de distribuir los fondos con respecto al dinero plástico? No hay una respuesta que valga para todo, pero con Way4 Social Cards, los bancos y los gobiernos pueden elegir alguno de estos medios o todos ellos. Way4 admite cualquier tipo de tarjeta social, pero el producto base recomendado es una tarjeta virtual nacional con una versión de plástico opcional y tokenización a través de una aplicación móvil.

Cabe destacar que Way4 ya se está utilizando con éxito por los principales bancos de los países en desarrollo para ofrecer a millones de usuarios de teléfonos móviles, sin acceso a servicios bancarios, oportunidades de financiación al consumidor y remesas P2P, entre otras cosas, junto con productos de tarjetas tradicionales. La incorporación de usuarios a estos productos es extremadamente rápida y fácil, y requiere poco más que un teléfono móvil. Una tarjeta social puede ayudar a los beneficiarios sin acceso a servicios bancarios de manera similar a una herramienta digital, pues les introduce a los productos financieros en general.

Los bancos que comienzan a usar Way4 para los programas sociales también se benefician. Con esta plataforma, pueden digitalizar su negocio de pagos más allá del programa y lanzar nuevos productos y servicios: emisión y aceptación de tarjetas en varios canales, gestión de canales, enrutamiento de transacciones y billeteras digitales, por nombrar algunos. La infraestructura de pagos digitales se puede utilizar para crear rápidamente otros productos para poblaciones económicamente desfavorecidas o con servicios bancarios limitados, como el crédito instantáneo.

La tecnología avanzada salva a los programas de tarjetas sociales de los escollos más comunes

OpenWay siempre se ha preocupado no solo por el bienestar, sino también por la prosperidad de sus usuarios finales y el impacto de los pagos en el entorno social donde se realizan. Maria Vinogradova explica que a menudo las limitaciones tecnológicas y sociales están directamente relacionadas. Comenta: «Desafortunadamente, muchas plataformas que se utilizan para proyectos sociales están tecnológicamente atrasadas y no son lo suficientemente sofisticadas o flexibles como para satisfacer las necesidades de la distribución selectiva y del consumo». Un resumen rápido de los puntos débiles más comúnmente observados revela cómo Way4 Social Cards puede abordar los siguientes problemas:

Problema #1. Las personas no pueden comprar artículos de primera necesidad en tiendas donde se venden artículos no subsidiados, como el alcohol y el tabaco.

Esta es una situación real a la que se enfrentan las personas cuando sus tarjetas sociales pueden informar de dónde se está comprando algo, pero no el qué. Pero ¿por qué prohibir determinadas tiendas, cuando solo es necesario prohibir la compra de ciertos artículos en esas tiendas? Aunque Way4 puede restringir la aceptación de tarjetas sociales a determinados comerciantes, su análisis de datos de Nivel 3 permite la autorización o restricción de productos específicos. El titular de la tarjeta no está limitado a una determinada cadena de tiendas, lo que puede ser un problema en zonas rurales con pocos comerciantes entre los que elegir.

Problema #2. El estigma social asociado al uso de la tarjeta hace que la gente se avergüence de mostrarla en las terminales de pago.

Un problema que, no obstante, a menudo se pasa por alto, y que ha llevado a los beneficiarios en algunos países a mudarse de las zonas donde se usan las tarjetas, o a no usarlas en absoluto. Las Way4 Social Cards ofrecen a los beneficiarios de programas sociales las mismas opciones de pago que a los titulares de tarjetas bancarias clásicas. Dado que las tarjetas se tokenizan de una manera virtual, los beneficiarios pueden pagar escaneando los códigos QR con sus teléfonos, usar la función NFC Tap y otras opciones sin contacto, lo que supone un beneficio mutuo para la higiene y la privacidad personal.

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Problema #3. Las retiradas automáticas del alquiler y otras necesidades no se reflejan en el saldo de la cuenta de la tarjeta social de inmediato, y el saldo no está accesible o es difícil de verificar.

Todas las retiradas automáticas, tarifas y transferencias en Way4 Social Cards se reflejan inmediatamente en el saldo del beneficiario en tiempo real, y esto se puede verificar fácilmente con solo deslizar el dedo en una aplicación móvil. Los pagos se rechazarían en el momento de la compra si no hubiera fondos suficientes. Los comerciantes pueden descansar tranquilos sabiendo que pueden participar en programas sociales sin sacrificar su propia seguridad financiera.

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Problema #4. La gente cree que las herramientas digitales sofisticadas requieren un alto nivel de alfabetización tecnológica y podrían no ser inclusivas.

El uso exitoso de Way4 para desplegar billeteras digitales para vendedores ambulantes en el este de Asia, y sistemas de dinero electrónico para usuarios con bajos ingresos y sin acceso a servicios bancarios en África, ha demostrado que, en la mayoría de los casos, lo único que se necesita es saber utilizar un teléfono móvil. Incluso donde el dinero de plástico es el principal modo de operar, como tarjetas de refugiados o tarjetas de agricultores, la experiencia demuestra que las personas se benefician de ellas aún más cuando hay una infraestructura digital eficiente funcionando entre bastidores para identificar sus descuentos y compras subsidiadas de manera fiable.

Problema #5. Se dice que las tarjetas de bienestar social limitan a los beneficiarios en una forma de vida sin efectivo.

Incluso en sociedades que operan principalmente sin efectivo, puede haber gastos escolares, compras de segunda mano, gastos del cuidado de los niños y otros gastos necesarios que requieren efectivo. Way4 Social Cards, al igual que la mayoría de tarjetas de bienestar social, permiten retirar dinero en efectivo. Los límites de las retiradas de efectivo se pueden establecer de la misma manera que los límites de compras y transferencias. Way4 también permite que los programas sociales pasen sin problemas de un sistema sin efectivo a otro de retirada de efectivo parcial o completa si fuera necesario.

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En resumen, las soluciones de pago digital pueden ofrecer muchas ventajas a los programas de bienestar: una respuesta tecnológica a los problemas de distribución y consumo, y herramientas digitales sofisticadas pero fáciles de usar para gobiernos, entidades financieras y beneficiarios. Al aprovecharlos, incluso las personas económicamente desfavorecidas pueden convertirse en parte de un ecosistema digital seguro, sostenible e inclusivo, un objetivo que merece la pena en todo momento y a cualquier edad.

Acerca de Way4 Social Cards

Con la solución de pago digital Way4 Social Cards, las entidades financieras pueden emitir y aceptar cualquier tipo de tarjeta de pago de bienestar social (virtual, plástica, crédito, débito y prepago) para ayudar a particulares y empresas. La tarjeta puede tokenizarse instantáneamente y almacenarse en una aplicación móvil. Para realizar pagos en la tienda, los compradores subsidiados escanean los códigos QR de los comerciantes o pagan por teléfono en terminales NFC. Sus pagos de comercio electrónico dependen del número de tarjeta virtual o del token. La solución admite transferencias instantáneas de fondos al comerciante. La aceptación de la tarjeta puede establecerse como solo nacional o internacional.

Tanto los titulares de tarjetas como los comerciantes pueden incorporarse digitalmente. La solución es compatible con todo el ciclo de vida de las tarjetas sociales, incluida la contabilidad, tokenización, «switching» de pagos, prevención de fraude, gestión de disputas, compensación y liquidación. Se pueden establecer jerarquías de límites y facturación para familias, comunidades y estructuras de comerciantes de varios niveles. Los datos de transacciones mejorados de nivel 2 y nivel 3 se utilizan para restricciones de compra automáticas y presentación de informes.